Desde 1883 el Concejo Deliberante de la ciudad de Río Cuarto continúa siendo el órgano político fundamental para el ejercicio pleno e indelegable de la democracia, en línea con el precepto constitucional que establece que “el pueblo no gobierna ni delibera sino por intermedio de sus representantes”.

El Concejo nació como una necesidad derivada de las reformas a la Constitución de la provincia de Córdoba, que entraron en vigencia en 1883, estableciendo la división de poderes en los municipios. Desde su primera elección, el 30 de abril de 1883, ha experimentado diversas modificaciones en su modalidad electoral, siempre orientadas a fomentar la más amplia participación del electorado.

La sanción de la primera Ley de Municipalidades reconoció el derecho de todo centro de población a establecer su Institución Municipal, en consonancia con la Constitución. Así, el nuevo poder local, encabezado por el intendente municipal, fue elegido mediante el voto popular, al igual que los concejales que formaban parte del Concejo Deliberante, un cuerpo autónomo.

El primer intendente electo de Río Cuarto fue don Moysés Irusta, quien ocupó el cargo entre 1883 y 1886. Desde entonces, han sido veintinueve los titulares del Departamento Ejecutivo, excluyendo los períodos en que la voluntad popular fue interrumpida. En paralelo, la primera presidencia del Concejo Deliberante fue asumida por don José Emiliano Irusta, y la primera Corporación estuvo compuesta por destacados vecinos de la élite social, entre ellos profesionales, comerciantes y agricultores.

El Concejo Deliberante comenzó inicialmente en la primitiva Casa Municipal, en la esquina de Sobre Monte y Belgrano, frente a la plaza principal. Desde la inauguración del Palacio Municipal en 1932, se ocupó la planta alta del edificio hasta 1986, cuando se trasladó a su sede actual, bajo la presidencia de don Rodolfo Marcos Lloveras.

Es innegable que innumerables proyectos, decisiones y normativas fundamentales para el desarrollo y la prosperidad de Río Cuarto han sido discutidos en sus sesiones, a menudo con pasiones encontradas y un enriquecedor intercambio de ideas.

A lo largo de estos casi ciento cuarenta años, los períodos más prolongados de inactividad, ajenos a su esencia, ocurrieron entre 1943-1952, 1966-1973 y 1976-1983, mientras que las interrupciones menores fueron más esporádicas. Desde 1983, con el regreso a la vida republicana y democrática tras una dictadura militar, la institución ha demostrado una continuidad operativa que merece ser destacada como la más prolongada de su historia.

Es importante recordar que nuestra Villa de la Concepción de Nuestra Señora del Río Cuarto, en su condición de “Villa Real” fundada el 11 de noviembre de 1786, tuvo su Cabildo en funcionamiento desde 1798 hasta su supresión en 1824. Durante ese tiempo, las autoridades ejercieron el autogobierno, y los jueces de alzada y de primera instancia fueron los continuadores legales de los actos gubernamentales en tiempos difíciles de invasiones y luchas internas, hasta la creación de las Municipalidades. La Constitución de Córdoba de 1870 sentó las bases del municipalismo, estableciendo el funcionamiento simultáneo del Cuerpo Deliberativo y del Cuerpo Ejecutor.

Esta breve síntesis revela una rica historia cívica y política en Río Cuarto, caracterizada por figuras destacadas que jugaron roles clave en su desarrollo. Esa historia sigue escribiéndose día a día, en el contexto contemporáneo que define el presente y futuro de nuestra ciudad hacia un destino de grandeza.